martes, 23 de diciembre de 2008

¡Levanten las copas!

Navidad, fin de año, esa época mágica donde líderes, gerentes y CEOs salen de sus madrigueras para saludar a sus súbditos y plebeyos con una diversa variedad de bebidas (y comidas, en los mejores casos). Agreguen un poco de hipocresía general y tienen el brindis perfecto. Es el momento perfecto para felicitar de menos, prometer en vano y escapar antes de recibir algún comentario fuera de lugar cuando el alcohol surte efecto.

Nosotros no tenemos champagne, el pan dulce está rancio y las nueces fueron secuestradas por las ardillas del asfalto, pero no dejamos pasar la ocasión para decirles: ¡nuestros mejores deseos para el 2009! (Y que Tigre salga campeón!)

jueves, 18 de diciembre de 2008

Less Value Team Member

En todo equipo de trabajo que se precie, existe un miembro que, sin importar su perfil específico, podriamos asignarle el titulo de "Less Value Team Member" (de aquí en adelante, LVTM). El portador de este perfil, será indefectiblemente, sacrificado en pos de los demás integrantes del grupo, generalmente siendo obligado a realizar toda aquella tarea que posea las siguientes caracteristicas:

- Sea absolutamente improductiva.
- Sea de realización obligatora.

Asistencia a reuniones insulsas, redacción de informes que nadie lee ni leerá y control de horas de recursos son algunas de sus principales responsabilidades.

Fácilmente reconocible por su nula motivación, fruto de meses (o años) de tareas inútiles, ruega la llegada de una tarea real, o al menos, una muerte súbita que termine con la agonía laboral.

martes, 16 de diciembre de 2008

Cinco razones para despenalizar el uso del hacha en la oficina

5. El que come facturas pero no pone un mango para comprarlas.
4. El que pasa por tu escritorio y te repiquetea la mesa.
3. El que se te acerca y te toca para hablar (como si fueras un Push-To-Talk).
2. El que se carga con estática en la alfombra y te da choques eléctricos.
1. El que te pasa sus requerimientos.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

El ritual del saludo matutino

Tradicionalmente uno pretende llevarse bien con la gente. Digo tradicionalmente porque hay cada compañero que mejor perderlo que encontrarlo. El saludo matutino constituye para muchos un pilar fundamental de la relación interpersonal en el trabajo. Hay para todos los gustos, casi siempre sujeto al tamaño del grupo.

En grupos chicos, beso a las chicas (abrazo incluido si vale la pena), apretón de manos, palmada en la espalda, puñetazo al estómago a los chicos (dependiendo la confianza). Normalmente se saluda siempre, llegue uno a la hora que sea y sin importar quién esté. El que no saluda es visto como un imbécil egoísta mala onda y hasta puede ser blanco de algún epíteto descalificador.

En grupos grandes, se puede aplicar lo anterior. Aunque aparecen los optimizadores, que en pos de ir rápido a buscar café, chequear mails, entrar a Facebook, saludan con opulencia con una mano y ahorrar tiempo. También aparece un grupo selecto de garcas que saluda selectivamente a los que mayor simpatía le causan (por afinidad o por sexo) y deja que los demás se pudran en el infierno. (Yo banco a muerte a estos últimos!)

¿Y ustedes, cómo saludan?

A dónde van los patos cuando no vuelan

Tengo un amigo que habla de estos pajarracos como un diseño eficiente de la natureza, y dice que es un buen producto integrado, pues nada,camina y vuela.

Ahora la cosa es que el pato nada lento, camina lento, vuelta lento; seguramente conoceras algún compañero que nació lento, llega tarde, trabaja hasta tarde, no tiene vuelo, en fin un pato nomás.

A dónde van los patos cuando no vuelan?

A dormir supongo, por que jugando al futbol tampoco ponen huevos.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Aire Acondicionado II

Más sobre los benditos aparatos por los que daríamos parte de nuestro salario.

Hace dos años, cuando trabajaba en una PyME familiar devenida en pequeña corporación, nos ubicaron en una oficina nueva. Eramos como 12 personas, cada una con una computadora. Hacía calor, desde ya, pero obviamente al dueño no le importa cuando uno suda la gota gorda, literal o metafóricamente, total él SÍ tiene aire. Para el verano nos prometieron los aires acondicionados, que llegaron con Papá Noel, para fines de diciembre. Como esto es Argentina, la promo del aire te la dan con dos cortes de luz gratis, y el resto a mitad de precio, por lo que era de esperarse que funcionaran de a ratos. Un día de esos que uno siente que se derrite a cada paso bajo los 52°C del cemento porteño, nos quedamos sin aire. Malestar generalizado, por supuesto. La solución argentina al tema: la secretaria repartiendo Torpedos de limón para todos.

Al final, qué tanto problema, che! Si con un heladito nos arreglamos todos!

El valor del papel

Las pymes tienen un sabor especial, como ambiente laboral. Una de sus mayores particularidades, reside en el deshorbitado valor que le asignan a los insumos de oficina, en particular, el papel. Mientras que en una gran multinacional abundan las impresoras en red, y uno puede, impunemente, imprimir trabajos para la facultad, el curriculum o directamente la Wikipedia completa, sin mayores riesgos; dentro de una pyme es muy distinto: generalmente, suele haber una unica impresora en la red, la cual se encuentra bajo la atenta mirada del jefe o buchón de turno, e incluso varias cámaras de seguridad apuntándole. En estos casos, imprimir algo personal, implica un desafio digno de Jason Bourne.

Sin embargo, en la historia que le tocó vivir a nuestra pobre víctima, las cosas fueron más allá aun. La historia comienza con un pobre cliente, al cual, un error en el sistemita de facturación, habia corrompido los archivos de cuenta corriente de los clientes. (antes que los expertos en sistemas pregunten, no, no hay backups ni tampoco una base de datos, estamos hablando de sistemas con un par de decadas a sus espaldas). La misión de nuestro pobre empleado, era "analizar" los archivos de cuentas corrientes, contrastandolos contra listados de ventas o similar, de manera de poder descubrir qué habia fallado. Sin embargo, no tuvo mejor idea que imprimir un par de listados de cuenta, a los efectos de facilitar la tarea de conciliación, cuando el jefe y uno de sus "amigos" se encontraban cerca. El jefe, dando clara muestra de criterio para preocuparse por los temas estratégicos de la empresa, puso el grito en el cielo cuando vio salir, una tras otra, casi 50 hojas de la impresora. Nuestro pobre empleado por poco tiene que pedir disculpas por querer hacer su trabajo, y por intentar que el pobre cliente recupere la cuenta corriente. Por suerte, uno de los amigos del jefe zanjó la discusión diciendo: "está bien, pero despues que termines el trabajo, volvé a poner las hojas al revés, asi las reutilizamos". Eso sí que es visión empresaria...

El bidón de agua

Pocas cosas son tan masculinas como cambiar el bidón del dispenser, que es muy pesado, que no va con las uñas pintadas, que a vos te sale bien, la cosa que siempre la liga alguno.

Por desgracia la gente amiga de Villa del Sur no es como otras empresas que le han puesto manija al bidón, así que en este caso se precisa cierta destreza manual.

A quién le toca está vez suele tener generar varios métodos, desde el número único, se encarga Pedrito, a hacemos un sorteo o ... si querés tomarte algo cambiá el bidón, como fuere también está la cuestión técnica, cómo levantar el bidón (un sólo envión o dos pasos al estilo de un pesista).

Visitando empresas he visto fanáticos que anotan día y hora del cambio de los dispenser y hasta el colmo de exigir al especímen masculino que haga coincidir la marca del agua presentes en el bidón con las esquinas del dispenser, teorías aparte, tendré que cambiar el bidón para preparar un matecocido.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Aire Acondicionado

Comenzado los calores aparece la tradicional puja que separa a ellos y ellas, el objeto de la discordia no es más que la intolerancia femenina a las temperaturas bajas, sin llevar el humor para el lado anatómico desearía plantear una queja.

Traiganse abrigo si les hace frio!

viernes, 28 de noviembre de 2008

Que vuelva Ramón!

Para los hinchas de boca no es lo mismo un lúnes sin Ramón en el gallinero, si son tan millonarios jueguense y traiganló.

Esas alegrías en la época de Bianchi tienen que volver, quien no tenía un compañéro hincha de River en esos tiempos, ahora escasean, no se los ve por ningún lado, no les funciona el MSN.

Lo dicho, si estuviera Carlos Saúl, ya estaría el yiojano en al Banco.

La psicológica al jefe, intento uno

¿Recuerdan lo de la llegada tarde de ayer, no? Bueno, luego de postear lo sucedido, me quedé pensando en qué tan útil puede ser una situación así y llegué a que podía probar una jugadita psicológica sobre mi jefe. En qué consistió (hasta ahora): ayer aproveché que había traído comida y almorcé rápido cosa de volver lo antes posible a trabajar, me quedé un poco después de hora y resolví todo lo que tenía pendiente. Hoy traté de llegar lo más temprano posible y mostrarme lo más proactivo del mundo. A esta altura ya debe estar pensando que tiene completo control sobre mí.

El lunes llego a las 10.

jueves, 27 de noviembre de 2008

El olfa

El olfa es esa criatura, a veces simpática y otras despreciable, que está dispuesta a ganarse la sonrisa de su jefe. Debemos exceptuar al empleado que se quiere ganar a la Jefa que está buena (Preguntenlé a OBAMA que se transó a su Jefita) o la muchacha que pide pista para un ascenso.

El ranking de los más olfas debería comenzar:

1. Llevarle café al Jefe sin mancharle la taza.
2. Mover la cabeza como el perrito de la cuneta del auto.
3. Atender los llamados del Jefe.
4. Guardarle porción de torta.
5. Cuidarle el bobby que trajo.
6. Llevarle a lavar el auto.
7. Sonreirle sumisamente.
8. Hacer notar a un compañero/a en falta.
9. Comprarle yogurcito a media mañana.
10. Lustrarle los zapatos.

Llegando a horario

Hace días que, por hache o por be, llego tarde al trabajo. A veces es que la gente se descompone en el tren con el calor, a veces que se roban los cables, otras tantas que apago el despertador y sigo de largo y cada tanto porque me gusta desayunar en casa. El común denominador de todas: me importa un comino a qué hora llego. Mi jefe no piensa igual.

Hoy me lo hizo saber, cuando me llamó aparte y me dijo que quería que trabaje las ocho horas del día, porque estamos contra reloj, entre otras justificaciones. Mi respuesta: "creo que tengo el criterio suficiente para la autogestión de mi tiempo como para no resentir el éxito del proyecto, no te hagas más problema por eso". Tomá.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

El nuevo que se hace esperar

Para el lunes teníamos prometido un nuevo recurso. A más tardar, inducción mediante, tenía que aparecer a la una de la tarde. No apareció. El martes, tampoco. Dado que venimos con cierta historia de trabajadores fugaces, ya pensamos que no iba a aparecer. Hasta yo había apostado 20$ a que no duraba más de dos meses. Parecía que había ganado, hasta que apareció hoy. Otra vez será.

Lo interesante no es eso, sino que el jefe decidió reunirnos en una sala para presentarnos. Lo único bueno de eso fue el aire acondicionado. Se sientan los que pueden, yo me quedo parado (de rebelde nomás, además uno tiene una mejor perspectiva) y el jefe dice "Bueno, no sé, presentate." (murmura, más que nada). El nuevo, también murmurando, se presenta en 25 palabras, de las cuales 12 son "eh" y 4 pares son "no sé". Nosotros nos miramos unos a otros. Yo me encargo de desalentarlo y presento al resto del equipo. Para terminar, le pregunto a mi jefe dónde lo vamos a ubicar para que no se sienta aislado. (Al último lo sentamos solo en una isla, duró 4 días.)

Termina la presentación (por llamarla de alguna manera), volvemos y obviamente, sale charla de MSN. Primer comentario: "parece un serial killer". Segundo comentario: "(a mí) dejá de hacerte cargo de las situaciones vos". Qué quieren que haga, si el jefe parece tener aversión a la intervención en público.