miércoles, 26 de noviembre de 2008

El nuevo que se hace esperar

Para el lunes teníamos prometido un nuevo recurso. A más tardar, inducción mediante, tenía que aparecer a la una de la tarde. No apareció. El martes, tampoco. Dado que venimos con cierta historia de trabajadores fugaces, ya pensamos que no iba a aparecer. Hasta yo había apostado 20$ a que no duraba más de dos meses. Parecía que había ganado, hasta que apareció hoy. Otra vez será.

Lo interesante no es eso, sino que el jefe decidió reunirnos en una sala para presentarnos. Lo único bueno de eso fue el aire acondicionado. Se sientan los que pueden, yo me quedo parado (de rebelde nomás, además uno tiene una mejor perspectiva) y el jefe dice "Bueno, no sé, presentate." (murmura, más que nada). El nuevo, también murmurando, se presenta en 25 palabras, de las cuales 12 son "eh" y 4 pares son "no sé". Nosotros nos miramos unos a otros. Yo me encargo de desalentarlo y presento al resto del equipo. Para terminar, le pregunto a mi jefe dónde lo vamos a ubicar para que no se sienta aislado. (Al último lo sentamos solo en una isla, duró 4 días.)

Termina la presentación (por llamarla de alguna manera), volvemos y obviamente, sale charla de MSN. Primer comentario: "parece un serial killer". Segundo comentario: "(a mí) dejá de hacerte cargo de las situaciones vos". Qué quieren que haga, si el jefe parece tener aversión a la intervención en público.

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